¿Qué le pasa a tu pelo afro/rizado en el invierno cubano?

¡Hola Rizadxs!

En Cuba no hace tanto frío como en otros países del mundo. Es la verdad.  Pero sí hay días en que, como decimos en buen cubano, “chifla el mono”… y parece que esos días ya están llegando. Con la llegada del invierno hay cambios de temperatura, lluvias y vientos que, en general, influyen en el aspecto de nuestras melenas afro/rizadas. 

Muchas de ustedes dicen: “En el invierno mi pelo ya no es el mismo. Se esponja más. Se siente más seco. Se le ve mucho el frizz.”

Pero no es que tu cabello esté mal, ni descuidado, ni que algo ande mal con él. Es que, como tú, él también siente el cambio. Y es hora de entender esto y normalizarlo.

Resulta que, aunque aquí no tengamos nieve ni heladas, entre noviembre y abril el aire se vuelve más seco y fresco. Y eso, aunque parezca poco, sí afecta a nuestro pelo.

En el ambiente hay menos humedad, y como nuestros rizos ya tienden a ser secos por naturaleza, esta temporada puede dejarlos aún más ásperos o esponjados. El viento constante también juega: hace que el cabello se mueva y roce más, lo que provoca fricción y hace que aparezca el frizz.

Además, nuestro cuero cabelludo produce menos grasa natural en estos meses (menos sebo, menos protección). Y aunque no haga calor extremo, el sol sigue ahí: sus rayos UV pueden debilitar la fibra capilar si no lo cuidamos un poco más.

No es un desastre.  Es solo física.  Y también biología.  Nuestro cuerpo, nuestro pelo responden al entorno. 

Así que, si hoy lo notas más diferente a lo habitual, acá van algunas cosas que en Lo Llevamos Rizo hemos aprendido, no como reglas de oro que tienes que seguir obligatoriamente, sino como buenas prácticas que pueden ser funcionales:

• Si ya te acostumbraste a atomizar diariamente, sigue haciéndolo. Si no, no te obligues a hacerlo todos los días porque puedes morir en el intento. Tres veces a la semana está bien para comenzar. Siempre con agua y unas gotas de aceite al final, o bien mezcladas con el agua.
• Si te lavaste el cabello, evita salir a la calle con el pelo mojado, así también evitas un resfriado. Te recomendamos lavarlo temprano en la mañana y dejarlo secar al aire libre.
• Si usas secador en momentos de apuro, que sea con difusor. Pero si no lo tienes que esto no se convierta en un problema para ti.
• No uses agua muy caliente durante el lavado. Recuerda que el calor se lleva lo poco de aceite natural que tu cuero cabelludo produce.
• Un baño de aceite o manteca antes del lavado, o bien una mascarilla hidratante o nutritiva después del champú, siempre una vez a la semana.
• Usa lo que ya tienes: un pañuelo, un turbante, una gorra para proteger tu pelo de la lluvia y el viento frío (preferiblemente de satín por dentro), pero no abuses del uso de estos accesorios.
• Usa aceites y serums que proporcionen protección térmica para evitar el resecado, por ejemplo: aceite de coco, aceite de oliva extra virgen, aceite de argán, aceite de almendras).

Hacer todo esto que te decimos está super bien, pero no lo tomes como reglas infalibles, únicas o mágicas que tienes que seguir al pie de la letra. Estos son solo pequeños recordatorios para que, mientras el clima se pone más frío, tú y tu pelo puedan caminar juntos con un poco más de paz. 

No se trata de hacerlo todo perfecto, ni todo a la vez. Se trata de recordar que tu pelo no es un deber, ni un reto, ni un proyecto pendiente. Es parte de ti y de tu historia.

Haz de tu relación con él algo bonito. Algo suave. Algo tuyo.  Sin presión. Sin culpa. Solo contigo, tu espejo y tu paz.